Sunday, May 25, 2008

Reflexiones en torno a la evaluación


Muchas son las reflexiones en torno a la educación, a los procesos de enseñanza y aprendizaje, a la didáctica utilizada, a las medidas de atención a la diversidad, a la diversificación del currículo… cuestiones todas ellas llevadas a debate ante la necesidad de una renovación necesaria y urgente para garantizar una educación de calidad en nuestro país.
Entre este amplio listado de necesidad en ocasiones nos olvidamos de hablar de la evaluación, de lo qué los tutores nos planteamos evaluar, de cómo realizamos y diversificamos la evaluación, del momento en el que evaluamos…
Reflexionemos y veamos alguna orientación en torno a la evaluación:
Deberíamos en primer lugar, como docentes, incluir distintos tipos de capacidades y contenidos (conceptuales, procedimentales, normativos…) en el momento de la evaluación, puesto que no es lo mismo el alumno que desconoce cierto concepto pero tiene interés por entender algunos fenómenos relacionados con este, que el que tiene cierta aproximación al concepto pero tiene dificultades para expresarlo y comunicarlo o el que el que simplemente no lo ha alcanzado o no te interés por aprenderlo. No podemos poner a todos los alumnos en un mismo saco.

Es recomendable obtener información lo más variada y completa posible sobre el aprendizaje del alumnado, y que permitan conocer tanto sus dificultades como sus progresos. La información permite tener en cuenta no únicamente las dificultades y problemas de los alumnos, sino también de sus progresos. Si la información que tenemos no es buena nos puede llevar a conclusiones erróneas sobre las posibilidades de aprendizaje de los alumnos (ejemplo: pensar que no sabe resolver un ejercicio cuando lo que pasa es que no lo ha entendido) y puede impedir las formas adecuadas de ayuda. Para concretar esto se puede evaluar un mismo objetivo mediante distintos tipos de pruebas, en distintas situaciones o distinguiendo entre distintos niveles de profundización o consecución. También se puede tener en cuenta la evaluación del alumno cuando reciben la ayuda por parte del profesorado (evaluaciones interactivas) ya que no es lo mismo un alumno que supera las dificultades cuando se le da la ayuda de la calculadora o se le indica a planificar un texto que el que aún así no las supera, la comparación entre el punto actual y el punto de partida para observar su proceso o el análisis de los errores de los alumnos.

Debemos diversificar los momentos de evaluación. Los alumnos en ocasiones se van perdiendo a lo largo del proceso de aprendizaje, y si no somos capaces de detectar esta pérdida en el momento adecuado lo que acaba sucediendo es que, al final del proceso, se encuentran tan alejados de la posibilidad de seguir la actividad y el ritmo de otros compañeros que parece imposible resituarlos y ayudarles a ponerse al nivel. La realización de una evaluación continua en el tiempo se convierte en una herramienta preventiva.
Por otro lado, no solo hemos de evaluar los conocimientos, sino los determinados tipos de habilidades y estrategias en relación a una actividad: no es lo mismo evaluar un contenido como la revolución francesa mediante un ensayo crítico de tres páginas, mediante una prueba de elección múltiple…

Hemos de fomentar la implicación y participación del alumnado en el proceso de evaluación. El objetivo final sería que la evaluación pueda ser vista como una tarea propia y no como una imposición externa, como una ayuda al proceso de aprendizaje y no como una amenaza, ya que esto resultará decisivo para el tipo de posición que se adopte ante el aprendizaje.

Y por último ayudar a los alumnos a aprender a evaluar y regular por sí mismos su propio proceso de aprendizaje. El hecho de que el propio alumnado sea un protagonista básico del proceso de recogida y valoración de la información y la toma de decisiones que caracteriza la evaluación. Esto supone ventajas tanto desde el punto de vista del profesorado (dispone del propio alumno como fuente privilegiada de información) como del propio alumno (más motivación intrínseca)

Friday, May 9, 2008

Superdotación, precocidad y talentos

El término superdotado ha llevado a numerosas confusiones y malentendidos, los cuales en muchas ocasiones han resultado en consecuencias negativas para el/la alumn@, como ya nos apuntaba en un anterior artículo Leopold Carreras (prejuicios existentes en superdotación). En este sentido considero fundamental establecer una diferenciación clara entre lo que debemos entender como superdotación, los talentos simples, los talentos complejos y la precocidad. Esta distinción resulta clave tanto para el diagnóstico como para su posterior enfoque educativo.

SUPERDOTACIÓN

La Superdotación responde a un perfil de persona con altas capacidades en todos los ámbitos, es decir, que destaca en la mayoría de sus facetas, no tan solo en las habilidades verbales y lógicas, sino que también suelen tener una elevada inteligencia social. Asimismo poseen unas elevadas habilidades en la mayoría de las funciones ejecutivas.

Además suelen presentar un elevado Compromiso con la tarea, es decir, que se muestran aplicados e interesados en las tareas de aprendizaje, de modo que abocan una cantidad de energía muy elevada a la resolución de problemas o actividades.

Otro punto importante a tener en cuenta resulta la Creatividad, l@s alumn@s superdotad@s también suelen tener una elevada creatividad ya sea en las tareas gráficas o bien en tareas musicales o en el momento de resolver problemas o tareas complejas.

Esta definición responde fundamentalmente al modelo de los tres anillos de Renzulli, la teoría más aceptada en la evaluación de la Superdotación.


PRECOCIDAD

Se entiende por aquella etapa entre los 0 y los 6 años en los que el/la niñ@ muestra un desarrollo precoz de los aprendizajes, se trata de aquell@s niñ@s que desarrollan con mayor facilidad el habla, adquieren un vocabulario elevado, realizan un aprendizaje precoz de la lectoescritura, etc. Aunque a estas edades resulte difícil establecer un diagnóstico claro de Superdotación debemos tener en cuenta que much@s de est@s niñ@s en el futuro pueden desarrollar un talento o una superdotación, aunque también encontraremos otr@s que no lo harán.


TALENTOS

Los talentos@s son la rama más compleja, en cuanto a respuesta educativa se refiere, de las altas capacidades. Los talentos son aquell@s que presentan unas habilidades muy superiores a la media en un aspecto concreto (talentos simples) o en diferentes (talentos complejos), pero careciendo de un perfil de globalidad como el propio de los superdotad@s. A veces la escuela no proporciona una respuesta del todo adecuada a los talentos, sobretodo dependiendo del talento del cual se trate, los cuales a veces son incluso difíciles de diagnosticar. Sin embargo, la existencia de talentos simples no exime de que algun@s alumn@s puedan presentar talentos más de un talento diferente sin que necesariamente se tengan que constituir estos en un talento complejo.

En el caso de los talentos conviene remarcar la presencia de talentos complejos (destacan en más de un área) y los talentos simples (destacan en un solo aspecto o área). A continuación detallo los talentos simples y después los complejos:

Talentos simples:

Talento lógico

Se trata de aquell@s alumn@s que poseen unas habilidades muy desarrolladas en relación al razonamiento lógico, es decir, la capacidad de deducir e inducir relaciones, así como hallar relaciones de causalidad. Suelen ser poco flexibles ya que se rigen por una marca racionalidad, lo que les puede resultar difícil entender situaciones sociales o ciertos comportamientos que “no entran en sus esquemas”

Talento verbal

Se trata del talento que se caracteriza por la capacidad de manejar información relativa al lenguaje, ya sea de forma oral o escrita, de modo que suelen presentar un nivel de vocabulario avanzado, un buen desarrollo de la expresión oral y escrita, así como unas facilidades excepcionales para la lectura.

Talento creativo

Se trata de aquell@s alumnos que poseen facilidad para buscar soluciones únicas, aportar un punto de vista diferente ante la situación concreta, suelen ser alumnos poco organizados pero que en un momento determinado pueden aportar una respuesta brillante.

Talento matemático

Se trata de aquell@s alumn@s que poseen una gran facilidad para el manejo de datos cuantitativos y numéricos, tanto en su representación como en su cálculo, mostrando una muy buena comprensión de las relaciones que se establecen en esta disciplina del conocimiento.

Talento deportivo

Las personas con talento deportivo destacan por su habilidad en el manejo de su cuerpo, es decir, seria la inteligencia propia de los deportistas de élite o de los bailarines, por ejemplo.

Talento social

Este talento se distingue por la capacidad de interacción social satisfactoria con los demás, mostrando habilidades tales como el liderazgo y la empatía.

Talentos complejos:

Talento académico: resulta de la combinación de un talento lógico y verbal, así como de una elevada capacidad de gestión de la memoria. A menudo este tipo de talentos pueden ser confundidos con superdotad@s si no se tienen en cuenta las características de tipo más global y creativo de los superdotad@s. Asimismo también suelen presentar un talento matemático.

Talento artístico – figurativo: se trata de aquell@s alumn@s que poseen unas capacidades elevadas en todo aquello relativo a las artes, resultando una combinación de talento musical y de habilidades plásticas y espaciales, al mismo tiempo que destacan en relación a la creatividad, así como a menudo en relación al razonamiento lógico.




Conviene citar como fuentes que utilizado para la realización del presente artículo: La guía para la detección e intervención educativa del Colegio de pedagogos de Cataluña, y el Protocolo de indentificación de alumnos con altas capacidades del Colegio de Psicólogos de Cataluña.