Sunday, June 7, 2009

Escribir en espejo

Una consulta frecuente en nuestro despacho y sobretodo referida a niñ@s de edades comprendidas entre los 5 y los 7 años, se refiere a la escritura en espejo tanto de números como de letras o palabras incluso, se trata de un fenómeno muy común sobretodo entre aquellos niñ@s que estan empezando a su aprendizaje de la lectura y la escritura. Este error frecuente suele alarmar a los padres puesto que a menudo puede ser confundido con síntomas disléxicos, lo que no tiene que ser así necesariamente.
Podemos encontrar dos motivos fundamentales por los cuales l@s niñ@s pueden escribir en espejo:
Problemas de lateralidad.
En estas edades es cuando la lateralidad se establece hacia un lado u otro, mostrando una mayor preferencia en términos generales por la lateralización diestra. Sin embargo, como ya hemos tratado en otros artículos, pueden surgir dificultades en este proceso que pueden alterar fundamentalmente las nociones de espacio y también las de tiempo, aunque este último aspecto no lo trataremos en este artículo ya que la incidencia no es tan relevante en el caso que nos ocupa.
Entre los problemas más frecuentes en relación a la lateralidad en relación a la escritura en espejo, encontramos la lateralidad cruzada y en algunas ocasiones la lateralidad zurda, tenemos que tener en cuenta que la direccionalidad propia de las personas zurdas y también de aquellas con dominancia ocular zurda es de derecha a izquierda, justamente a la inversa de las personas con la lateralidad diestra, que es la direccionalidad de nuestro sistema de escritura, es decir de izquierda a derecha. Por tanto en estos casos resulta lógico que se produzcan errores en la escritura, invirtiendo letras, numeros o incluso palabras y oraciones enteras.
Much@s niñ@s pasarán por esta fase resolviendo esta dificultad sin más problemas, aunque conviene estar atentos a su posterior desarrollo en la lectura y la escritura, ya que pueden resolver este problema realizando un esfuerzo extra en estas actividades que puede pasar factura en procesos más complejos como la compresión lectora o la expresión escrita, sobretodo en aquellos que presentan lateralidad cruzada mas que en los de la lateralidad zurda. Puesto que estos últimos si tienen una buena configuración lateral disponen de unos buenos ejes de referencia en relación al espacio y pueden asumir la direccionalidad inversa sin mayor dificultad, mientras que aquellos que presentan lateralidad cruzada tienen un cruze de ejes espaciales que les puede entorpecer de forma más clara este proceso en relación a la direccionalidad.
Otro aspecto, muy relacionado con el anterior, reside en el desarrollo de la percepción visual, especialmente de aquellos aspectos que implican una madurez visual para el desarrollo de la lectura y la escritura. En este sentido cobra especial relevancia la percepción de las simetrias simples de derecha - izquierda (b-d) o arriba - abajo (b-p), así como las de tipo doble, es decir, arriba - abajo y derecha-izquierda (b-q). Las dificultades en la percepción de las simetrias simples derecha izquierda son las más comunes y much@s niñ@s presentan dificultades en su percepción hasta los 5 o 6 años, resultando un signos de alerta cuando esto no se supera pasada dicha edad, con lo cual es común que niñ@s con dificultades en este tipo de percepción puedan girar algunas letras o números de forma aíslada ya que no perciben la diferencia entre ello, no resultando común que realicen toda su escritura de forma inversa. Resulta más preocupante cuando las confusiones se dan en simetrias dobles, aspecto que no es de carácter evolutivo y que nos podria indicar la presencia de serias alteraciones en el desarrollo de la orientación espacial y la percepción visual, tan importantes para el desarrollo de la lectura y la escritura.
No obstante, debemos tener presente que estos procesos de maduración perceptiva tienen una amplia vinculación con el proceso de lateralización, el cual resulta un proceso de neuromaduración clave para el progreso del resto de habilidades y en este sentido clave para el progreso de la percepción visual.
Por tanto, no podemos olvidar que la lateralización resulta el elemento clave en este tipo de dificultades así como que puede coincidir con una etapa en que se estan realizando ajustes en diferentes procesos que facilitaran el posterior desarrollo.
En un próximo artículo trataré algunas de las posibles vias de trabajo de estas dificultades.